CAVITACIÓN

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¿Qué es la cavitación?
 
La cavitación es una técnica corporal no quirúrgica que logra eliminar la grasa localizada en zonas resistentes a dietas y ejercicio.



¿En qué consiste?

La cavitación ultrasónica o también llamada ultracavitación es un tratamiento estético que se realiza a partir de un ultrasonido de baja frecuencia que, aplicado sobre la piel, crea microburbujas de vapor en el interior del líquido contenido en la grasa interna.
Durante cada sesión de cavitación se genera el mismo efecto; se generan las microburbujas y van creciendo hasta que llegado un momento dejan de hacerlo, implosionando y generando puntas de presión que se ejercen sobre las moléculas grasas adyacentes, causando la ruptura de sus membranas y liberando su contenido al exterior, es decir, ocurre la transformación de las moléculas grasas en una sustancia semi-líquida.
El cuerpo se encuentra con esta nueva sustancia que no debería de estar ahí con esa estructura, no la reconoce como molécula grasa sino como partículas a desechar. Procede a su eliminación, en parte mediante mediante el sistema linfático y vías urinarias y otra parte seremos nosotros los encargados mediante la realización de ejercicio.

¿Para qué sirve la cavitación?

El éxito de esta técnica se debe a su eficacia reductora sobre la grasa de almacenamiento, la más difícil de eliminar mediante dietas, ejercicio o masajes. La cavitación logra romper las difíciles estructuras de los depósitos grasos localizados en estas zonas resistentes, disolviendo su grasa y liberándola para que pueda ser expulsada del cuerpo.
La cavitación es una técnica no quirúrgica, que no requiere hospitalización ni anestesia. Es un tratamiento cómodo, dura aproximadamente 30 minutos y el paciente puede notar una ligera sensación de calor que es soportable. La cavitación no es solamente una técnica reductora, genera otros beneficios como la mejora de la circulación, eliminación de toxinas, es un excelente regulador del tránsito intestinal, mejora el tono y la elasticidad de los tejidos y proporciona una piel lisa y sin traumatismos.
Donde más se nota su resultado es en las nalgas, abdomen y piernas. La cavitación también se aconseja para personas que aun siendo delgadas o teniendo una composición corporal adecuada, su cuerpo tiende a acumular grasa en zonas concretas, como en las caderas o en la tripa.
Las sesiones variarán entre 6 y 12, dependiendo de lo que necesite cada paciente.


¿Cómo lograr una pérdida de grasa efectiva?


·        Tras la sesión de cavitación, una parte de la nueva sustancia grasa va a ser metabolizada de forma natural, evacuándola por la orina, para lo cual deberás beber abundante agua, mínimo dos litros al día, aquí comienza tu fuerza de voluntad.

·        Otra parte de la grasa te ayudarán a eliminarla los profesionales del Centro de Estética, mediante algún tipo de drenaje linfático, ya sea mediante masaje manual o masaje mecánico (presoterapia). Tranquila, estas técnicas son relajantes y no requieren esfuerzo alguno de tu parte.

·        En casa, deberás utilizar un cosmético reductor (lipolítico), que mediante química ayudará con la eliminación de la grasa. No, no vale cualquier crema y hay que ser constante.

·        Ahora viene lo más tedioso, hay una parte de la grasa que debes consumir tú mediante algo de ejercicio físico y evitar que nuevas grasas se incorporen al cuerpo, es decir, debes mantener una dieta saludable. La cavitación logra resultados reductores de grasa en una amplia mayoría de personas, pero no esperes milagros, has de poner de tu parte.

·        Piensa que si tu cuerpo no consume la grasa puesta a su disposición, ésta volverá a su estado original. El ejercicio es aconsejable hacerlo después de la sesión, a más tardar durante los 2 días siguientes, bastando con un paseo de media hora a marcha ligera, siempre que notemos cierta sudoración.

·        Igualmente, si nuestra alimentación no la cuidamos, incorporaremos en nuestra sangre grasas que serán adsorbidas por moléculas semejantes a las que tanto tiempo y dinero nos ha costado destruir.

Sí, la cavitación funciona y es efectiva, ¡pero la grasa no desaparece por arte de magia!.


Contraindicaciones

Si has tenido o tienes algún problema de salud, has de ponerlo en conocimiento del profesional que te va a tratar, él conoce las patologías contraindicadas para la cavitación y si tiene dudas, te emplazará a consultarlo con tu médico.

La cavitación está claramente contraindicada en pacientes con:

·           Insuficiencia renal o hepática
·         Cardiopatía 
·         Epilepsia
·         Embarazo o lactancia
·          Patologías auditivas
·         Cáncer
·         Prótesis metálicas, marcapasos u otros dispositivos electrónicos.


Se recomienda además no aplicar directamente la cavitación sobre lesiones severas de la piel, como úlcera, heridas o psoriasis.


Los modernos equipos de cavitación incorporan regulación específica de potencia y profundidad para cada parte del cuerpo a tratar, teniendo además en cuenta la cantidad y estructura del panículo adiposo existente.
Así por ejemplo, zonas como el tiroides (cuello) u ovarios (zona abdominal), serán partes donde se extremará el cuidado o se evitará directamente su aplicación en caso de utilizar aparatos menos avanzados.


Efectos secundarios

Sabemos que cada organismo y piel pueden tener reacciones diferentes a un mismo tratamiento, pudiendo surgir efectos secundarios leves en algunos pacientes. De producirse, suelen ser temporales y normalmente desaparecen en pocas horas.

Entre ellos, cabe reseñar la flacidez de la piel (se evitará al aplicar Radiofrecuencia), el mencionado eritema local, ligero picazón, alergia a la cavitación, náuseas y sed excesiva.

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